¿Qué dicen otros de ti?

Una mirada desde afuera que puede cambiar tu historia ✨

Nada ha sido más terapéutico que crear un formulario con preguntas sobre mí… y pedirle a las personas que quiero que lo respondieran.
Lo hice sin grandes expectativas, solo con la curiosidad de “ver qué opinan”.
Y wow.
Lo que encontré me desbordó por completo.

Estoy escribiendo esto con lágrimas en los ojos, después de leer sus respuestas.
No puedo creer lo difícil que me ha resultado verme como me ven ellos.
Como me ven quienes me aman.

Ya intuía que la historia que me repito en la cabeza no era del todo cierta. Pero aun así, la había convertido en mi verdad.
Una historia llena de juicios, etiquetas duras, frases como: “soy floja”, “no termino lo que empiezo”, “no soy suficiente para lograr cosas grandes”.
Una historia que duele, pero que, por alguna razón, había aceptado como parte de mí.

Y es que la forma en que nos hablamos importa.
Muchísimo más de lo que solemos creer.
En mi opinión, es una de las cosas más importantes que deberíamos cuidar… porque moldea la forma en la que nos movemos por la vida.
Si fuéramos más conscientes de eso, seguramente seríamos más amorosas con nosotras mismas.
Nos trataríamos con más ternura, más paciencia, más comprensión.
Como tratamos a quienes amamos.

Al leer cada una de las respuestas del formulario, sentí que conocía a otra versión de mí.
Una que jamás había visto con tanta claridad.
Y fue tan lindo que me pregunté: “¿Quién eres y por qué no te había visto así antes?”

Descubrí palabras que nunca hubiera usado para describirme:
amorosa, dedicada, inteligente, elegante, tranquila, dulce, noble, íntegra, comprometida.
Incluso frases como “perfeccionista en lo que hace” o “dispuesta a todo”.
Jamás estuvieron en mi radar.

Y te pregunto:
¿No te enamorarías tú también de alguien así?

¿Cómo es posible que, a mis 30 años, no haya sido capaz de reconocer ni una de esas virtudes que las personas más cercanas a mí ven con tanta naturalidad?

Es triste, sí. Pero también es una bendición.
Porque hoy agradezco haber hecho este ejercicio.
Agradezco haberme permitido mirar mi reflejo desde los ojos de quienes me aman.
Y ahora, quiero conocer más de esa versión de mí que ellos ya conocen. Validarla. Honrarla. Habitarla.

Por eso hoy quiero invitarte a que tú también lo hagas.
Haz una pausa. Crea un formulario sencillo. Pregunta cómo te ven. Qué valoran en ti. Qué admiran.
Y déjate sorprender.

Tal vez descubras que la historia que llevas repitiendo sobre ti misma no es la única versión posible.
Y tal vez —solo tal vez— sea el momento perfecto para empezar a escribir una nueva.

Una historia más amable. Más luminosa. Más tú.

Hoy elijo quedarme con esa versión que no conocía hasta ahora.
Hoy decido hablarme con amor.
Y mañana, cuando me mire en el espejo, veré ese tesoro que recién empiezo a descubrir.

Y si ya soy feliz… mañana lo seré aún más 💖

Previous
Previous

Diseña Tu Vida